martes, 5 de enero de 2016

 Los truchos.

El truchaje o truchería humana, no tiene edad, religión ni ideología política.
El trucho se relaciona con la trucha, como el bagre olfatea a la bagra...
Los truchos pueden ser amigos o enemigos, familiares directos o indirectos, lejanos o cercanos.
Pueden ser jefes, empleados, o profesionales autónomos. Es indistinto. El trucheraje humano puede venir en envase pequeño, un poco pequeño, mediano, medio mediano, y grande...Jóven y viejo. Para ser un trucho calificado, solo hace falta aprobar algunas materias: el disimulo, el engaña pichanga, la acción encubierta, etc. Se los puede ver a simple vista o bajo la lupa de la cotidianeidad. Son aviesos, pavotes, o solemnes.
También pueden tener dinero o ser mas pobres que una laucha, ninguna de las dos cosas los aleja de la truchería espontánea. Algunos truchos han muerto de combustión interna debído al calor que sienten al ser descubiertos en pleno acto, o en actos generales. No es prudente acercarse demasiado a un trucho, ya que el trucheraje que los acompaña ,(como una segunda piel, o la genética) puede provocar accidentes caseros o accidentes navieros, (en el caso de que el trucho fuera marinero o velerista)Está comprobado que no es Trucho aquel que quiere, sino el que puede...Y para terminar, ya saben: nunca es trucha la verdad, lo que no tiene es remedio.

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